Deseo
Pusiste tus verdes ojos cristalinos en los míos, furtivo gato salvaje acechando a su presa indefensa, fascinada por la luz inexplicable de unos ojos infinitos. Derrotada, caí en tus brazos, fulminada, enamorándome al instante de ti, como una niña que ha descubierto la flor más hermosa de su jardín la deseé para mi, esa mirada, sólo mia, sólo mía… esos ojos…oh, esos ojos…
Muerte del alma.
Susurra ahora a oídos inertes que no la amas, que la has perdido, que ya no te importa que no te amara… Ojos empapados por amargo sabor ensombrecen tu cara…y te gustaría ser aire, para henchir sus pulmones, agua para iluminar su mirada y calmar su sed despiadada, sangre, que volviera a empapar sus venas selladas… Susúrrale, pues, que ya no le amas, que la odias porqué se fue con tu alma. Contempla en silencio esos labios finos, cerrados por siempre en una mueca sin gracia, ahora no mienten, ahora no aman…
Grande es la pena de quien ve morir en sus brazos al ser amado, impotente ser que no ha amado suficiente como mantenerla a su lado, alejarla de la melancolía que oscurecía su alma…
”Y dime ahora, de que sirvió luchar, ¡oh! ser despiadado, si sabíamos que algún día en un punto sería olvidado…Al igual que yo sabías que nada duraría por siempre, la efímera vida no es lugar para un amor tan débil… un amor mortal e indiferente…No hubo pasión, no hubo calor, vacío, nostalgia de no haber vivido… Me arrancaste las alas y las llevaste contigo…yo ya no puedo remontar mi vuelo solo, mi amor…”
“Vuelve a mis brazos ahora, deja que mi sangre hirviendo fluya por tu cuerpo inerte, siente como te es entregado mi último aliento y mi vida… Sin fuerzas, batiré mis alas heridas hacia ti, mi amor, allá donde vayas, has de esperarme…Porqué nunca más volverás a sentirte sola…Jamás.”
Otro
¿Dónde está el amor que una vez creí sentir? ¿ Lo sentí realmente? Siempre tan fría, siempre tan distante, ahora que me faltas muero por sentir calor… [Y no, mi vida, no me haces falta..]
[¿Sabes?, ser el novio de la muerte no te sentó tan mal]